El balance es propio.
No es con otro ni con una situación.Es de uno con uno.
Los reclamos no se hacen en la oficina de Dios, sino adentro del corazón.
Qué fue genuino y qué te malgastó.
Se trasciende desde la gratitud,
pero eso es una decisión.
Por mucho que grites al cielo, no hay un libro de quejas entre el Covid, el hambre, la contaminación.
Empezá el año empezando por vos.
Que si mirás adentro, todavía te tenés ahí.
Así que primero sentite,
y después pedite.
Que por más machaque que tengas, te vas a escuchar.
Y te vas a acomodar.
Aunque estés como inmóvil,
en posición fetal...
Es que sólo te estás preparando,
para nacer,
sí,
una vez más.
Y ojalá que en esta nueva vida, te saques la presión de que tu mundo no esté al revés; y que puedas andarlo y amarlo con lo que te dé. Y sobre todo, con lo que Es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario