Ante la duda, fijate cómo te hace sentir.
Lo que te enciende, lo que te apaga; lo que saca
lo más lindo de vos, lo que saca lo no tan lindo; lo que te hace brillar, lo
que te opaca. Todo está ahí por algo. A veces clarísimo y otras, lleno de
vueltas. Y que algo siga o no en tu vida, tiene mucho que ver con cómo te vas
sintiendo. Si ya no suma, si hace ruido, si incomoda, si agota tu energía más
de lo que la activa es porque toca mover las fichas. Te pide un cambio. Avanzar
o retroceder, mirar adelante o al costado... En fin, darle un giro. Que gire,
pues. Y que ese giro, dependa de la calidad de tus sentimientos con respecto a
eso. No hay mejor parámetro. Pensar no determina tanto como sentir. Pensar
estira, dilata, hace chicle. Sentir define. Y la definición, hace a la
decisión.
Eso de "Es por ahí"... Si te fijás en
cómo te hace sentir, siempre está claro por dónde es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario