La calle huele a prisa. La prisa,
a sinsabor. Los pasos apurados de la prisa sin sabor, arrastran indiferencia
barata y sin intereses en la cuota de apuro de cada día, como si el mejor
negocio fuera la monotonía.
El andar de la g(ente) está
perdiendo sus matices, al andar perdido entre la g(ente)...
... Y repiquetean esos pasos
monocordes que huyen sin huir; quizá intentando fugarse al son de alguna
irrealidad.
Y en que la prisa no se devore todo a su paso, ni a la historia ni a uno mismo ni al de al lado con su intuición... que no alcanza a desarrollar su arte en medio de tanta indiferencia.
Que no se devore todo a su paso la prisa que no merece ser prisa, sino sonrisa, burlona o enamoradiza, sonrisa al fin y al cabo. Condeno a la prisa injustificada, rutinaria y helada, a la pena de alegría por la vida
3 comentarios:
Cada paso tiene una historia... El arte esa saber intuir de que se trata
Y en que la prisa no se devore todo a su paso, ni a la historia ni a uno mismo ni al de al lado con su intuición... que no alcanza a desarrollar su arte en medio de tanta indiferencia.
Que no se devore todo a su paso la prisa que no merece ser prisa, sino sonrisa, burlona o enamoradiza, sonrisa al fin y al cabo. Condeno a la prisa injustificada, rutinaria y helada, a la pena de alegría por la vida
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