El SPM (síndrome pre-menstrual) es el nombre que se le da a esos síntomas que nos invaden en esos días. Más precisamente, antes de esos días: si te sentís altamente irritada, deprimida, nostálgica, llena de ira injustificada; si llorás por cualquier cosa sin motivo alguno; si vas caminando por la calle y de la nada se te aparece y te ahoga hasta casi asfixiarte un nudo en la garganta; si te toma por sorpresa -sí, así, sin previo aviso- alguna lágrima repentina, invasiva, confianzuda; si cualquier canción sonsa te sensibiliza por demás, así como el noticiero o una película sin distinción de género (sin importar en absoluto si es comedia, drama o acción); si todo te saca fácilmente de tus casillas hasta hacerte perder el juicio, no desesperes al grito de S.O.S. ni enloquezcas aún más de lo que ya estás. Tampoco te auto mediques. Ya va a pasar... Es el maldito SPM. Que ataca de nuevo. Sí, como cada mes, una vez más.
¡Pero no importa! ¡Bienvenido sea! ¡Mal de muchas, consuelo de diosas! Como todo en la vida, tiene su moraleja: no es más que otro precio de los tantos que pagamos por esto tan lindo que nos dio la naturaleza al traernos al mundo para ser mujer...
Hombres abstenerse. La naturaleza también quiso que el SPM no sea cosa de Uds.; y la casualidad, que sus iniciales perfectamente lo indiquen: SPM (Sólo Para Mujeres).

1 comentario:
Se aceptan sugerencias para combatirlo!
Publicar un comentario