En la primera etapa, la de la desesperación, solemos buscarlo por todos lados, ¡si hasta en la heladera nos fijamos!, y si no tenemos suerte ahí, también le echamos un vistazo al freezer. ¡¿Cómo no asociarlo entonces a ese ex que freezamos?!
Igual siempre tenemos muy en claro que por ahí no es, que estamos yendo al lugar equivocado, y obviamente seguimos sin tener ni la más "remota" idea de dónde puede estar.
Sí, definitivamente, cada vez se parece más a un ex.
Sí, definitivamente, cada vez se parece más a un ex.
Y si de un ex se trata, hay algo que puede descontrolarnos todavía un poco más y es cuando le mandamos por algún medio, léase WhatsApp, Twitter o Facebook por ejemplo, y ¡por error!, sí, sobre todo por error, un mensaje que parece haber sido enviado a propósito como excusa perfecta para encontrarlo, ¡pero no!, y le juramos y le volvemos a jurar que no, y nos desesperamos. Porque ahí sí que si algo no tenemos, es el control.
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